2008, mire usted qué bien. En la infancia creí que el año 2000, para mi lejano y misterioso, traía, además de la tecnología y el confort, la prosperidad planetaria, el edén ¿Cómo podría ser de otro modo en el, entonces lejano, S. XXI?
Y aquí estamos 2008 ¡2008!
La violencia sobre la mujeres avanza. Nos desayunamos cada día con una o varias muertes en los tajos, el poder adquisitivo se deteriora segundo a segundo, el tráfico libre de personas sigue prohibido, los grupos terroristas existen aún y la mitad de la humanidad parece dispuesta a aniquilar a la otra mitad.
Por si este panorama es poco futurista, en España ¡¡¡Elecciones generales!!!, en marzo. Los altos cargos de la Iglesia Católica española, en su versión más reaccionaria, hacen declaraciones que ponen los pelos de punta con más facilidad que los primeros 20 minutos de Alien; resintiéndose a perder sus privilegios de antaño, no aceptan la separación de Iglesia y estado.
La clase política se sube al carro virtual y trabajan si necesidad de mancharse en la rancia realidad.
Y de paso, como criaturas en el patio del colegio, disputan por todo: En esta tele no te ajunto que a ti te sacan más que a mi y tu rebajas impuestos y yo más, chincha rabiña...
Y ya 2008...
Y por si esto fuera poco, recibimos una carta del BBVA invitándonos a comprar un ¡Alfa Romeo!, eso sí, con una muy flexible y cómoda financiación.
Los nuevos temas llegan en breve al Caminante blog por más que la realidad no se corresponda con lo que imaginamos en nuestra infancia. ¡El siglo XXI, que desilusión!.
Y aquí estamos 2008 ¡2008!
La violencia sobre la mujeres avanza. Nos desayunamos cada día con una o varias muertes en los tajos, el poder adquisitivo se deteriora segundo a segundo, el tráfico libre de personas sigue prohibido, los grupos terroristas existen aún y la mitad de la humanidad parece dispuesta a aniquilar a la otra mitad.
Por si este panorama es poco futurista, en España ¡¡¡Elecciones generales!!!, en marzo. Los altos cargos de la Iglesia Católica española, en su versión más reaccionaria, hacen declaraciones que ponen los pelos de punta con más facilidad que los primeros 20 minutos de Alien; resintiéndose a perder sus privilegios de antaño, no aceptan la separación de Iglesia y estado.
La clase política se sube al carro virtual y trabajan si necesidad de mancharse en la rancia realidad.
Y de paso, como criaturas en el patio del colegio, disputan por todo: En esta tele no te ajunto que a ti te sacan más que a mi y tu rebajas impuestos y yo más, chincha rabiña...
Y ya 2008...
Y por si esto fuera poco, recibimos una carta del BBVA invitándonos a comprar un ¡Alfa Romeo!, eso sí, con una muy flexible y cómoda financiación.
Los nuevos temas llegan en breve al Caminante blog por más que la realidad no se corresponda con lo que imaginamos en nuestra infancia. ¡El siglo XXI, que desilusión!.
¡Qué Desilusión!
- Sé que no estoy en mi juicio
- y que me falta inspiración.
- Todo me saca de quicio,
- ¡qué desilusión!
-
- Odio salir a la calle
- hiede la televisión,
- el Rockanroll es un arte
- ¡qué desilusión!
-
- Es sólo una canción
- y me siento mejor.
-
- Soy compañero de nadie
- y viajo solo en mi vagón,
- no encuentro un soplo de aire
- ¡qué desilusión!
-
- Soy pregonero del negro
- y tengo en cama la opinión,
- sé que no existe el infierno
- ¡qué desilusión!
-
- Es sólo una canción
- y me siento mejor.
26 años y parece escrita ahora mismo.
RauLuz, Vallecas 2008
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