La Abuela Lula nunca fue adicta a la tele. Sus libros, periódicos y revistas junto a su pequeño transistor, la radio siempre cerca, eran y son sus favoritos. El destino adverso quiere que hoy La Abuela Lula vea mucha tele. Pero no cualquier tele, al margen de la serie de TVE 1 Amar en tiempos revueltos y los partidos de fútbol, siempre entre sus favoritos, le gusta ver espacios de viajes: Hay que ver, no conocemos nada, comenta con asombrosa inocencia. La medicación hace de las suyas y los asuntos muy complicados no los sigue con claridad. Pero en el buen nombre y recuerdo de su marido adicto entendedor de dibujos animados, la solución esta en la otra tele y... ¡Dibujos animados!, clásicos y modernos. La tarde pasa pautada hora por hora entre Boomerang y Playhouse Disney principalmente.
A La Abuela Lula le gustan las historias con protagonistas infantiles, aparte de los clásicos, esos Hanna, Barbera, Jones y Avery, descubre con 80 años a Caillou, Charlie y Lola, absurdamente llamados en castellano Juan y Tolola. Su Heidi, sus bonitos Backyardigans...
Una tarde surge el flechazo. Unos personajes evolucionan sobre un fondo neutro. Un pequeñín vestido de azul se ríe ante la pregunta del adulto en off. Con la risa del peque La Abuela Lula sonríe y presta atención. El crío viste de azul, La Abuela Lula es asturiana, seguidora del Real Oviedo hasta más allá del más acá... La empatia es inmediata: Míralu, ye tan piquiñín.
Le contamos: Este niño se llama Pocoyó y lo realizan un grupo reducido de creadores españoles de una productora que se llama Zinkia. Pocoyó ya se puede ver en más de cien países y es una animación hecha integramente por ordenador.
A La Abuela Lula, le produce una gran alegría que Pocoyó sea paisano y que tenga tantos amiguitos por el mundo, ese del que no conocemos nada.
El día de su cumpleaños se materializa ante ella el pequeño Pocoyó que se ríe... Su colega tiene un lugar preferente a su lado y no hay día en que no se ría para ella y entonces todo se ilumina.
Pocoyó y sus amigos. Lula su perrita, graciosa y ocurrente. Elly la gran Elefanta bailarina. Pajaroto siempre dormido. Octopus el pulpo malabarista. Valentina la oruguita voráz, la gran Orquesta Pelota y... El grande, pulcro, serio y gran dancer Pato ¡Pato, ese personaje!, es nuestro favorito, sin que se entere La Abuela Lula ¡claro!.
En los capítulos de la segunda temporada Pocoyó tiene cada día más compañeros y sale más al espacio exterior de una belleza encantadora. Y se avecina una pelicula. ¡Bien por Pocoyó y sus amigos. Bien por Zinkia!
Una tarde surge el flechazo. Unos personajes evolucionan sobre un fondo neutro. Un pequeñín vestido de azul se ríe ante la pregunta del adulto en off. Con la risa del peque La Abuela Lula sonríe y presta atención. El crío viste de azul, La Abuela Lula es asturiana, seguidora del Real Oviedo hasta más allá del más acá... La empatia es inmediata: Míralu, ye tan piquiñín.
Le contamos: Este niño se llama Pocoyó y lo realizan un grupo reducido de creadores españoles de una productora que se llama Zinkia. Pocoyó ya se puede ver en más de cien países y es una animación hecha integramente por ordenador.
A La Abuela Lula, le produce una gran alegría que Pocoyó sea paisano y que tenga tantos amiguitos por el mundo, ese del que no conocemos nada.
El día de su cumpleaños se materializa ante ella el pequeño Pocoyó que se ríe... Su colega tiene un lugar preferente a su lado y no hay día en que no se ría para ella y entonces todo se ilumina.
Pocoyó y sus amigos. Lula su perrita, graciosa y ocurrente. Elly la gran Elefanta bailarina. Pajaroto siempre dormido. Octopus el pulpo malabarista. Valentina la oruguita voráz, la gran Orquesta Pelota y... El grande, pulcro, serio y gran dancer Pato ¡Pato, ese personaje!, es nuestro favorito, sin que se entere La Abuela Lula ¡claro!.
En los capítulos de la segunda temporada Pocoyó tiene cada día más compañeros y sale más al espacio exterior de una belleza encantadora. Y se avecina una pelicula. ¡Bien por Pocoyó y sus amigos. Bien por Zinkia!
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