25 ago 2013

Funk Bop por Juan José González

En el jazz moderno, también conocido como bop o be bop, que aparece en los años cuarenta, con figuras indiscutibles como Charlie Parker o Dizzy Gillespie, es indudable que es patente la influencia de los blues, la música profana de los negros norteamericanos desde hace unos cien años, así como la de los cantos religiosos espirituales negros, algunos con más de doscientos años de existencia. No obstante, dichas influencias aparecen frecuentemente de forma bastante implícita.
En los años cincuenta diversos músicos de bop hacen resaltar de manera mucho más explícita la sonoridad blue, o funk, o funky, procedente de los blues y en parte de los espirituales. Actualmente el termino funky se utiliza más para designar una música más comercial y discotequera: una especie de funk  deslavado,  por lo que prefiero seguir utilizando funk, que hoy tiene similar significado que en tiempos atrás  tuvo funky.
Este estilo Funk-bop de los años cincuenta continuó, con gran auge en los años sesenta y después. Como ilustración podemos encontrar grabaciones de entonces, reeditadas actualmente en CD, como las de los grupos del batería Art Blakey o de los pianistas Horace Silver, Bobby Timmons, Junior Mance o Ramsey Lewis, éste mas comercial; de los saxofonistas Cannonball Adderley, Benny Golson, Roland Kirk, Billy Mitchell o Lucky Tompson; del organista Jimmy Smith, de los  guitarristas Kenny Burrel o George Benson,  o del cornetista Nat Adderley, entre otros.
Por otra parte creo importante citar aquí otro estilo, hermano y en parte coincidente con el anterior: el Soul-bop en el que el bop se adorna con el soul, estilo popular profano fuertemente influido en lo musical por la sonoridad de los espirituales, sin perjuicio de la influencia de los blues en parte. Como ejemplos de soul-bop tenemos los excelentes discos instrumentales de finales de los años cincuenta: Soul Brothers, y Soul Meeting con grupos encabezados por el vibrafonista Milt Jackson y el pianista Ray Charles. No existe una separación tajante entre funk-bop y soul-bop: hay blues que, musicalmente hablando, son casi espirituales, como algunos de los que cantaba el gran Champión Jack Dupree. En resumen: el soul-bop podríamos integrarlo dentro del estilo más genérico denominado funk-bop.
Una forma muy recomendable de empezar a escuchar jazz es oyendo a los artistas citados en este artículo y que normalmente siguen gustando a los aficionados que llevan muchos años escuchando. No obstante yo recomendaría a los que empiezan, y a todos, oir todo lo que puedan de jazz clásico, donde la sonoridad blue aparece con mucha frecuencia, grabado entre 1927 y 1940, e incluso después como en las grabaciones de Louis Armstrong de los años cincuenta, como otra forma de introducirse en el jazz que se puede simultanear con la anterior. Ya habrá tiempo después para oir estilos más avanzados.

Disco recomendado: Mercy, Mercy, Mercy. The Cannonball Adderley Quintet. Capitol-EMI. Este CD, reedición de 1995, grabación original de 1966, contiene 6 temas, notándose fuertemente en 4 de ellos, 2º, 3°,4° y 6°. El estilo funk-bop, y en el 1° y 5° un estilo hard-bop a secas, donde la sonoridad blue ya no es tan explícita como en los otros 4 temas. El quinteto está encabezado por el gran saxo alto de Florida: Julian Cannonball Adderley, 1928-1975, que estuvo durante mucho tiempo muy influido por Charlie Parker, hasta el punto de que casi tocaba igual que él y que entorno a 1966, pasó a otra fase, con preeminencia del funk-bop.
Le acompaña su hermano Nat a la corneta, que no trompeta. Al gran Nat se le notan influencias de Louis Armstrong, de Dizzy Gillespie y hasta de Miles Davis. En el piano está espléndido el austríaco Joe Zawinul, que es hoy uno de los reyes del jazz mundial y que en los primeros años setenta fue uno de los fundadores del exitoso grupo de jazz-rock, Weather Report. El grupo se completa con otros dos grandes: el bajista Victor Gaskin y el vehemente baterista Roy McCurdy. Hay dos temas de Cannonball, dos de Nat y dos de Zawinul, y el disco está grabado en directo, el público aporta un calor muy agradable, con sus voces, palmas y aplausos. Para mi el mejor momento del disco sucede cuando finaliza el tema lento que da nombre al disco, Mercy, Mercy, Mercy, de Zawinul, precioso número con ecos orientales y sonoridad funk, y entonces el quinteto comienza el impresionante  tema de Cannonball: Sticks que recomiendo escuchar a buen volumen:



Estructurando las improvisaciones en chorus, como en el jazz clásico. Un chorus es una unidad en la que parece que están oyendo el tema pero tocando otra melodía de la misma duración que él, pero diferente, y que van creando instantáneamente. Después de expuesto el tema Sticks dos veces, los solistas son: Nat, 3 chorus, Cannonball otros 3, de una intensidad asombrosa y Zawinul, los 4 últimos chorus, volviendo al tema original antes de terminar. La audiencia entra en el delirio.


Nota Final. Páginas recomendadas:
Libro recomendado:

Juan José González González. Madrid 2013

2 comentarios:

Toni Pedrol dijo...

Juan José, enhorabuena por tu artículo y por la recomendación. Coincido en muchas de tus opiniones. Para empezar, pienso que la mejor manera de empezar a escuchar jazz, es haciéndolo por los clásicos; hace ya algún tiempo que tengo la firme convicción de que lo que hizo Louis Armstrong con su Hot Quintet y su Hot Seven a principios del siglo pasado es la médula espinal de gran parte de la música que hoy dia se escucha en occidente. También coincido en que Champion Jack Dupree es de una pureza blues como pocos pianistas, su disco Blues From The Gutter es sencillamente magnífico. En cuanto a los artistas que mencionas de los años 50, en mi opinión el de mayor ADN blue tal vez sea Jimmy Smith. Por lo que respecta a la mención que haces del tratamiento que los grandes maestros del jazz moderno hicieron de los blues, ahí coincidimos al mil por mil. En el magistral Kind Of Blue (Miles Davies), -donde por cierto Cannonball Adderley tiene una presencia destacada, sin quedar ensombrecido por el torrente Coltrane-, hay una pieza clave: All Blues, ésta no es más que un tradicional blues de 12 compases en ritmo de seis por ocho, -parecido al vals, para los que no tengan conocimientos musicales-, donde los solos se estructuran de manera modal, no diatónica, esto es algo parecido a comer un plato en el que cada ingrediente se degusta de manera individual, no sé si el ejemplo es válido, pero si intentar explicar la música es difícil, aún lo es más el jazz modal. Ahí se sintetiza gran parte de la revolución del jazz en los años 40 y 50, en tomar armonías ya conocidas, como las del blues e improvisar desde otro punto de vista, más libre, sin el encorsetamiento que significa el análisis armónico tradicional. Pfrancing, también de Miles es otro buen ejemplo, o Straight No Chaser de Thelonius Monk, Nostalgia In Times Square y Fables Of Faubus de Charles Mingus y mi favorita; Billie's Bounce de Charlie Parker que también nos dejó Blues For Alice, pieza que para mi significa la máxima expresión de como sacarle jugo al viejo y fantástico blues de 12 compases.
Bueno Juan JOsé, espero tus escritos. Mientras tanto sigo escuchando Mercy, Mercy, Mercy, sesacional la pieza número 2, Games, perfectamente podría haberla tocado Jimmy Smith.

Salut: Toni.

Anónimo dijo...

Muy agradecido a TONY PEDROL por tu comentario enriquecedor. En cuanto a JIMMY SMITH lo que más me impresionó de él fue el I GOT MY MOJO WORKIN'de 6:22 minutos , que sale aquí y en que él mismo canta y después va improvisando in crescendo, in crescendo, in crescendo .Mucha felicidad y salud !!
juan josé gonzález gonzález