Nos consta, Leandro esta prendado de Marina, Marina Anaya. Y ahora, cosas de los hechizos de las meigas de la Red, nosotros nos prendamos de los dos.
Leandro tuvo la deferencia de mostrar su admiración por el trabajo de Marina en nuestra reseña de su exposición Gimlet Bar y nosotros, famosos cotillas, fuimos a merodear por el Blog de Leandro y ¡Carallo!, encontramos a un soberbio pintor en la línea de la ilustración psicodélica y brillante de Marina.
Leandro es también muy colorista. Preciosista en los detalles, recuerda los retablos y las esculturas populares de muchos legados indígenas de América y el tratamiento de la figura humana del abocetado francés para las revistas elegantes de los 60. De ese cruce nace un estilo muy personal que muestra detalles de la vida en positivo, en negativo ya nos la ponen cada día. Sus escenas muestran momentos amables, las mujeres ocupan un lugar destacado en su obra, las mima, las expone y las recrea, como un buen enamorado.
No se discuta, si algún día tuneamos el coche, una parte es para Marina y la otra para Leandro y, después de eso, veremos quien se atreve a llamarnos pesimistas.
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