Foto: Ignacio Pérez |
Iñaki Azkuna, el jefe médico de hospital que hubiéramos querido para nosotros. Sin duda el alcalde preferido para nuestra maltratada ciudad.
En el complejo mar del mapa vasco Iñaki Azkuna era considerado fascista por algunos colectivos como Bilboko Konpartsak y lo llamaban su Majestad Municipal. Desde luego militaba en un partido vasco que no nos es muy simpático.
Con luces y sombras Iñaki Azkuna llevó las cuentas del ayuntamiento de Bilbao a deuda 0 lo que pone complicado hacer chanchullos a los alcaldables posteriores a su gestión.
Igual el chiste político sea encontrar a alguien que ponga orden en el caos y que los que vengan detrás se queden tan con el culo al aire que se pueda saber de inmediato quien es el estafador y podamos enviarlo de vacaciones permanentes lejos de sillones y bastones de mando. O tal vez fue que Iñaki Azkuna como cardiólogo supo tomarle adecuadamente las arritmias a los vericuetos coronarios de la administración local. O vendió Bilbao al mejor postor y aún no nos hemos enterado…
Era un placer oírle hablar, con ese fondillo socarrón de los que nacen donde les sale de la entrepierna que dicen los de Bilbao.
Iñaki Azkuna uno de los escasos políticos que nos era simpático.
En el complejo mar del mapa vasco Iñaki Azkuna era considerado fascista por algunos colectivos como Bilboko Konpartsak y lo llamaban su Majestad Municipal. Desde luego militaba en un partido vasco que no nos es muy simpático.
Con luces y sombras Iñaki Azkuna llevó las cuentas del ayuntamiento de Bilbao a deuda 0 lo que pone complicado hacer chanchullos a los alcaldables posteriores a su gestión.
Igual el chiste político sea encontrar a alguien que ponga orden en el caos y que los que vengan detrás se queden tan con el culo al aire que se pueda saber de inmediato quien es el estafador y podamos enviarlo de vacaciones permanentes lejos de sillones y bastones de mando. O tal vez fue que Iñaki Azkuna como cardiólogo supo tomarle adecuadamente las arritmias a los vericuetos coronarios de la administración local. O vendió Bilbao al mejor postor y aún no nos hemos enterado…
Era un placer oírle hablar, con ese fondillo socarrón de los que nacen donde les sale de la entrepierna que dicen los de Bilbao.
Iñaki Azkuna uno de los escasos políticos que nos era simpático.
RauLuz, Vallecas. Madrid 2014
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