El Real Jardín Botánico, uno de los espacios más bellos de Madrid, durante mucho tiempo muy abandonado y poco visitado, está tomando cada vez más presencia activa en la ciudad. El trabajo de promoción y la programación de actividades muy atractivas hacen que sea posible visitarlo con mayor interés en cada ocasión. Para el Día del Libro nos hacen esta propuesta:
El Real Jardín Botánico se suma al Día del Libro
· El paseo de Carlos III albergará una serie de paneles con citas literarias relacionadas con el Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC)
El Real Jardín Botánico (CSIC), con motivo del día del libro, ha decidido sumarse a esta celebración instalando una serie de paneles en el Paseo de Carlos III, que se inicia en el Paseo del Prado y acaba en el Pabellón Villanueva. La estrecha relación del Jardín Botánico con la lectura, no ya sólo con los lectores y los libreros, sino también con los autores, se verá reflejada en esta exposición.
En estos paneles se podrán leer diferentes citas literarias de autores en castellano, como Azorín, Juan Ramón Jiménez, Mario Benedetti, Benito Pérez Galdós, Mauricio Bacarisse, Josefina Aldecoa, Ramón de Mesonero Romanos, Ramón Gaya, Enrique Díez-Canedo o Alfonso Reyes. En todas ellas el Jardín Botánico sirve como marco literario para los relatos de sus obras. Los paneles permanecerán instalados hasta el 30 de abril.
Con esta actividad el Real Jardín Botánico pretende reforzar su relación con la literatura y con el libro y, si es posible, despertar el interés de sus visitantes por algunas de las obras literarias que de una u otra forma mencionan este escenario viviente de la literatura.
El Real Jardín Botánico (CSIC), con motivo del día del libro, ha decidido sumarse a esta celebración instalando una serie de paneles en el Paseo de Carlos III, que se inicia en el Paseo del Prado y acaba en el Pabellón Villanueva. La estrecha relación del Jardín Botánico con la lectura, no ya sólo con los lectores y los libreros, sino también con los autores, se verá reflejada en esta exposición.
En estos paneles se podrán leer diferentes citas literarias de autores en castellano, como Azorín, Juan Ramón Jiménez, Mario Benedetti, Benito Pérez Galdós, Mauricio Bacarisse, Josefina Aldecoa, Ramón de Mesonero Romanos, Ramón Gaya, Enrique Díez-Canedo o Alfonso Reyes. En todas ellas el Jardín Botánico sirve como marco literario para los relatos de sus obras. Los paneles permanecerán instalados hasta el 30 de abril.
Con esta actividad el Real Jardín Botánico pretende reforzar su relación con la literatura y con el libro y, si es posible, despertar el interés de sus visitantes por algunas de las obras literarias que de una u otra forma mencionan este escenario viviente de la literatura.
Dos siglos de historia. (Texto tomado de la página oficial de El Real Jardín Botánico)
El 17 de octubre de 1755, Fernando VI ordenó la creación del Real Jardín Botánico de Madrid, que se instaló en la Huerta de Migas Calientes, en las inmediaciones de lo que hoy se denomina Puerta de Hierro, a orillas del río Manzanares. Contaba con más de 2000 plantas, recogidas por José Quer, botánico y cirujano, en sus numerosos viajes por la Península u obtenidas por intercambio con otros botánicos europeos. A partir de 1774, Carlos III dio instrucciones para su traslado al actual emplazamiento del paseo del Prado, donde se inaugura en 1781. Sabatini -arquitecto del Rey- y Juan de Villanueva al que debemos el Museo del Prado, el Observatorio Astronómico y otras obras- se hicieron cargo del proyecto.
En esos años se construyeron las tres terrazas escalonadas, se ordenaron las plantas según el método de Linneo -uno de los botánicos más importantes de la Historia- y se construyeron también la verja que rodea el Jardín, los emparrados y el invernáculo llamado Pabellón Villanueva -en el que se encuentra la cátedra donde impartió sus clases Antonio José Cavanilles. Desde su creación, en el Real Jardín Botánico se desarrolló la enseñanza de la Botánica, se auspiciaron expediciones a América y al Pacífico, se encargaron los dibujos de grandes colecciones de láminas de plantas y se acopiaron importantes herbarios que sirvieron de base para describir nuevas especies para la Ciencia. En 1808, la Guerra de la Independencia trajo al Jardín años de abandono y tristeza, en los que son destacables los esfuerzos de Mariano de La Gasca por mantenerlo dentro de las corrientes científicas europeas. En 1857, siendo Mariano de la Paz Graells director del Real Jardín, se realizaron reformas importantes que aún perduran, como el invernadero que lleva su nombre y la remodelación de la terraza superior. También en época de Graells se instaló un zoológico, que doce años más tarde, siendo ya director Miguel Colmeiro, se trasladó al Jardín del Buen Retiro.
En la década de 1880 a 1890, el Jardín sufre importantes pérdidas. En 1882 se segregan dos hectáreas para construir el edificio que actualmente ocupa el Ministerio de Agricultura, con lo que su superficie queda ya reducida a las ocho hectáreas actuales. En 1886, un ciclón derribó en su recinto 564 árboles de gran valor.
En el primer tercio de nuestro siglo se inician con seriedad las investigaciones en el campo de la micología, y adquieren un elevado nivel las desarrolladas en el de la micromicetología.En 1939, el Real Jardín Botánico pasa a depender del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.En 1942 es declarado Jardín Artístico.
En 1974, tras décadas de penuria y abandono, fue cerrado al público para abordar profundas obras de restauración, que acabaron devolviéndole su estilo original. En 1981, coincidiendo con el bicentenario de su traslado, fueron inauguradas las reformas por SS.MM. los Reyes de España.En 1993 SS.MM. los Reyes inauguraron el moderno invernadero de exhibición.
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